jueves, 15 de julio de 2010

Obnubilada

Sus ojos le picaban por el espeso smog que cubría la ciudad por esos días, hacía frío, pero aún no llovía. Caminaba despreocupadamente por las calles del centro de Santiago, pero sobre todo, ensimismada. Había algo que le daba vueltas en la cabeza hace mucho tiempo... Será el momento indicado? No, nunca lo es. Paró frente a un semáforo, extraño, mostraba rojo a los autos pero también rojo a los peatones, ilógico. Siguió el camino, ahora apresuradamente, no importa, nunca será el mejor momento. Decidida avanzaba, rápido. Los ojos seguían picando, dolían, pero además lagrimeaban. Se volvieron nubosos, no paró.
Clau
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Caleidoscopio

Miró los destellos de luz, los colores nítidos, parecidos al caleidoscopio que le habían regalado años atrás. Y se vio con su madre, en la cocina, preparando la cena de navidad. Se vio con su padre, juntos en el auto, escuchando música en francés durante el viaje al sur. Se vio con su novio, tumbados a orillas del mar, solos en un paisaje paradisíaco. Se sentía plácida, leve. Todo brillaba, destellos de luz. Se estremeció con la brusquedad de unas manos, apretándola, cogiéndola, levantándola, sacándola de los destellos. El ahogo de sus pulmones llenándose de oxígeno... aún no era tiempo.


Clau

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::